miércoles, 26 de marzo de 2008

Tragaldabas

Según la Real Academia de la Lengua Española, también llamada RALE:

1. Tragaldabas: adj. y com. col. [Persona] muy tragona o comilona.
? No varía en pl.

Aunque no entiendo la primera parte, o sea adj. y com. col. Lo bonito es la frase explicativa y demostrativa de lo que es/son unos Tragaldabas:

¡Sóis unos tragaldabas, no me habéis dejado ni las migas!

Ahora vamos a buscar el sentido etimológico y epitelial del vocablo Tragaldabas.

Como siempre, he ido a las fuentes más insospechadas y rocambolescas, he visitado las bibliotecas más recónditas y suburbanas y he sobornado a historiadores, arqueólogos, cocineros y a un señor con una camisa verde marica ilusión que pasaba por allí para, finalmente, recopilar toda la información de los tragaldabas.

Muchos de los que pueden leer este artículo, concretamente siete de ellos, pueden creer que el origen de Tragaldabas se remonta al periodo visigodo superior, que suposición más clásica, absurda y básica, Los visigodos superiores, Ja !!!!!!!

Realmente el origen del término TRAGALDABAS se remonta, como no, a la época de Claudio Augusto Nerón Germánico, o sea, los romanos. En tiempos de Claudio y tras las gestas de las legiones en Germania, se adoptó e importó de esas lejanas tierras un utensilio para agilizar y acelerar los procesos de ingesta de alimentos, el “traginium”, aunque los bárbaros lo llamaban “tragingthzght”.

Este utensilio, que como hemos comentado, ayudaba a acelerar las comidas de comida y así reducir los tiempos de ingesta de alimentos permitía disfrutar de mucho mas tiempo para las llamadas “quientedabamus”, especie de orgía a oscuras en la que nunca se sabía quien sería el tomador.

No es de extrañar que durante el proceso de conquista de las tierras del sur de Europa, este utensilio y sus funcionalidades tuvieran que ser mostrados a los pueblos conquistados para que ellos, a su vez, fueran transmisores de tan alta tecnología.

Fue en Barcino y posteriormente en la Imperial Tarraco donde al ir tan acelerados y con esas prisas, se creó la conjunción de ambos vocablos traginium y quientedabamus, quedando un palabro muy parecido al actual tragintedabamus, mucho mas tarde, esta palabra derivó en tragaldabas, sobretodo al añadir la perífrasis de las siguientes frases y/o expresiones latinas, germanas y autóctonas de hispania:

Tragum – Acción de sorber desde un recipiente cóncavo, tambien llamado vasum, una cantidad superior a lo normal de vino acompañado de un Galderam – Recipiente donde se cocían los manjares y viandas (en siglos posteriores, su variante calderam serviría a los magos para preparar las pócimas, y a los componentes de las tribus de África para preparar a los exploradores) durante una Abastatiae, o acto de ingerir cantidades de alimentos junto con los cofradius, o componentes de un tipo de secta de la época.

Era muy común iniciar estas Abastiae con la célebre frase:

Tragum uts Galderam infra Abastiae, Cofradius !!! que realizando una traducción mas o menos libre venía a decir:

Ardan las legiones romanas para que no nos choricen esos vinitos de Rioja

Para evitar ser descubiertos por los invasores, estas sectas redujeron sus sesiones y el “grito” de guerra que las iniciaba, pasando a ser identificadas como:

TRAGALDABAS”, tras el grito y a continuación clavaban un tenedor en la cabeza de un legionario.

Tema de otra discusión es los orígenes del tenedor dentro de estas sectas y el porqué de los inicios del preludio del clavado del tenedor o “clavum tenere in legius testa”.

Ignatius Kaseratus (1.658 – 1.245)